lunes, 22 de diciembre de 2008

Desdentegada. Where the routes have not name.



El sábado nos juntamos una buena cuadrilla en el Bar Anna del Bruc. Pese a ser muchos, nos organizamos, y logramos empezar a caminar a buena hora. Nos llevan a Desdentegada, sector del que había oído hablar mucho, pero que no conocía.

Hay que patear una buena media hora, que bien vale la pena. Después, sólo queda escalar, con un buen surtido de vías, de grados variados, con roca excelente y equipada con abundantes químicos. Nos acercamos a las vías fáciles y copamos el sector.

Vía 19 (5b): Buena para calentar, mantenida, sin paso duro, y con los químicos a tocar, cuando tienes uno en la rodilla ya puedes chapar el siguiente. Sale sin problemas.

Vía 21 (4c): Fácil, también mantenida, perfecta para iniciación.

Vía 20 (4c): Un poco más dura que la anterior, pero también indicada para iniciación. La dificultad está en mantenerse en la vía, pues va bastante apretada entre las dos anteriores, con las que comparte reunión.

Vía 23 (6b): Aprovechando que Eneko la ha montado, la pruebo en top-rope. Paso la primera sección de placa que ni me lo creo, colocando bien los pies, cambiando los pesos y sin tirar mucho de brazos. Llegado al techito no lo veo claro, y me paro a mirármelo. No veo la manera, pero Sergio me lo flashea, me coloco, subo pies, y saco la mano derecha hasta donde debe estar el canto, aunque no lo veo. Es bastante bueno, suficiente para subir los pies por encima del techito, y continuar por la placa. De ahí al top sólo es aguantar un poco, y seguir usando los pies. Queda pendiente para intentar apuntarla en la libreta la próxima visita.

Y con eso se acabó de escalar, que aún tengo un meñique un poco regular. De todas formas aún pude disfrutar viendo a las chicas probando la vía 22, 6c de placa fina, y a Eneko apretándole a los desplomes de entrada de las vías 11 y 13.

Se nota que es un sector de tarde de verano, y según va entrando la tarde va refrescando más nuestras ganas de escalar, así que nos volvemos al Bruc a intentar arreglar el mundo con una mesa y unas cervezas.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Belenismo efímero.



Después de varios días de inactividad, volvemos a caminar, de nuevo a la Mola. Esta vez, estamos navideños, y subimos una hogaza de pan para construir un belén. Las dificultades son grandes, hace frío, está oscuro, y Nelly intenta comerse las figuras. No sin esfuerzo completamos el objetivo, y finalizamos la obra, de cualidades artísticas cuando menos cuestionables. Foto de grupo para que nadie pueda después negar haber participado en el evento, y para casa a cenar.

martes, 25 de noviembre de 2008

Totxo Pinotxo

El domingo salimos de casa, más por socializar que por otra cosa. Eva y Jose nos comentan que andan por aquí, y no queremos perder la ocasión de saludarlos. Al final, nos vamos a juntar un buen puñado de gente.



Han elegido el Totxo Pinotxo, vías de deportiva y corta aproximación, para escalar un poco antes de marchar de vuelta. Cuando llegamos, a mediodía, ya andan encaramados por las vías de la izquierda. Llegamos, saludamos, y nos ponemos también a escalar.
1-L'home del sac (V+): Ideal para calentar mal. Un paso muy duro al comienzo y después del apretón ya se deja hacer mejor. Otro paso en la parte de arriba, en el que tengo que esperar a que Xiscu me deje libres los cantos de la vía de al lado para escaquearme lo más posible.

2-Farigola (IV): Esta era la de calentar. Chapas finas y parabolts de 8 mm. Al principio sale bien, pero en la parte de arriba hay que buscar la manera de ponerse.

3-Vía Nova (6a): A la derecha de L'home del Sac. La entrada es menos burra que la de esta última. Arriba es un poco más apretada, y tiene la gracia de dejar la rampa y meterse en la placa tiesa, pero hay buen canto y seguros cerca, y no presta demasiada resistencia. Por fin un 6a, un año y dos meses después.

4-Tierra Virgen(7a): La ha montado Zorat, y cuando llegamos está Jose peleándose con ella. Me pongo con la cuerda por encima, y la placa de la entrada no se me da nada mal comparado con el techaco, donde no consigo deschapar la segunda. Me bajo, pero me parece factible, al menos para los que hacen dominadas a un brazo.

Y ya hemos hecho la mañana, más saludos y despedidas. Ha sido un rato corto en buena compañía, la próxima intentaremos estar más tiempo.

martes, 18 de noviembre de 2008

Canal Occidental al Gra de Fajol Petit

Nos despierta el ruido de un motor. Levantamos la cabeza, y vemos que ya están aquí. Bueno, son las siete de la mañana y ya estamos casi preparados para salir, sólo nos falta vestirnos y calzarnos las botas mientras nos comemos unas galletas, y comenzamos a caminar.


El día comienza espléndido. Nos comentan que en Setcases hacía -4ºC. Hay una fuerte inversión térmica, y en el refugio de Ulldeter no hará menos de 2ºC.

Las nevadas de noviembre han dejado una buena capa de nieve polvo, que se ha acumulado en las zonas llanas. La ladera inferior del Gra de Fajol Petit, en cambio, aparece más venteada, y se alternan las zonas de nieve helada con placas de viento. Es el momento de calzarse los crampones, y tomar altura en la ladera para alcanzar la base de la pared. Todas las canales presentan muy buen aspecto, aunque tal vez el hielo escasee un poco, como en la entrada de la Estreta. A cambio, la nieve está en inmejorables condiciones, alternandose los tramos de nieve dura y muy dura.


Nosotros nos dirigimos a la canal occidental, tal vez la más asequible de la pared. Y como nosotros, otro par de grupos, que han llegado antes y están negociando el resalte de entrada. Hacemos un poco de tiempo, hasta que nos toca el turno. Por el centro hay un paso con un poco de hielo. Piolet tracción, subir pies y ya, la rampa vuelve a ser de 40 o 45 grados, hasta la salida. Por la derecha se pasa algo más fácil, evitando el resalte de hielo. En todo caso, Joaquín monta una R, y asegura el paso a Mari.



Una vez entrados en la canal, se progresa sin mayores problemas, por un recorrido estético y mantenido. A la salida, otro tramo un poco más empinado, 50º, deja paso a la arista, en las inmediaciones del collado de los Isards. Nos vuelve a dar el sol, y el día sigue siendo increíble, apenas hay aire, y almorzamos con calma. Decidimos tirar hacia el Gra de Fajol Gran, para volver por el coll de la Marrana.




Sin problemas alcanzamos la cima del Gra de Fajol Gran. El panorama es espectacular, día extraordinariamente azul, mucha nieve, aunque ya se vea alguna calva en orientaciones sur, y mucha gente por todas partes, sobre todo en el Bastiments. Foto de cima y para abajo.

Arriba un esquiador se lanza por la empinada cara Norte. A David se el cruza el cable y dice de bajar por ahí. A Montse y a mí nos falta tiempo para seguirle. Resulta ser un acierto. Las condiciones son muy buenas, con nieve dura, que obligan a ejercitar la técnica de cramponaje. La pendiente alcanza los 40º, hay que clavar todas las puntas y flexionar los cuádriceps, que se cargan como los gemelos en las subidas. Apenas hay rocas, y habría márgen para autodetenerse en caso de caída, pero mejor ensayar con menos metros por debajo. El descenso resulta más técnico que la ascensión por la canal occidental, y vamos poco a poco, de manera que llegamos abajo a la par que el resto del grupo, que ha bajado por el coll de la Marrana.


Después, tiempo para relajarse, y disfrutar del resto del día, que sigue siendo espléndido. Foto de grupo con la canal de fondo, que desde abajo impresiona, y llegamos al coche. Comida pantagruélica en Sant Pau de Segúries, y atasco dominguero de vuelta a casa, que nos tomamos con calma, después de haber disfrutado de un excelente itinerario, en excelentes condiciones, en un día excelente y, lo más importante, en excelente compañía.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Tercera República a la Pared de las Onze Hores

El Domingo, madrugada espectacular para escalar. A la una del mediodía logramos salir de casa, y a y media estábamos en el párking de Depósitos, con material de deportiva, para hacer algo que tuviera parabolts en la pared de las Onze, que ya habíamos hecho una de buriles, pasando demasiado miedo.


Así, llegamos al pie de vía de la Tercera República, claramente identificable por la línea de spits mimetizados que pasa entre dos bolos gigantescos.

L1 (V+/Ae): Me meto con moral y convicción, y me dura hasta que chapo el primer spit, la roca no es del todo buena, y me da palo tirar en libre, pese a que lo intento. Pruebo un poco en A0, pero tampoco llego, y acabo sacando el estribo. Así, acabo el largo en Ae, con algún paso muy largo y algún pasillo suelto obligado en libre. Además, me manejo fatal con el estribo, y me cuesta un rato llegar a la R, tres paraboles con anilla. A Montse se le da bastante mejor, y pasa escalando bastante, sin sacar el estribo.

L2.1(V+/Ae): Más de lo mismo, otro tramo muy vertical por roca no del todo buena, y algún paso largo. En la parte superior, la roca comienza a ser buena, y ya se puede ir en libre sin problemas. El largo es muy largo, 45 metros, pero como nos faltaban unas cuantas cintas para llevar las diecisiete que marca la reseña tengo que pararme a montar una R intermedia en cuatro buriles que encuentro por ahí, a la altura de la R2 de la Flops. De nuevo Montse pasa bien, acerando lo mínimo. La roca es indicada para escalar con la cuerda por arriba.

L2.2(IV+): Aquí hay roca excelente, el largo es algo tumbado, pero no sobra canto, y hay que usar los pies e ir buscando lo fácil. Por fin algo para escalar. Después sube Montse, no la veo escalar, pero seguro que lo hizo muy bien, porque al llegar a la R recibió una gran ovación del público asistente.

L3(Ae): Magnífica visera para iniciarse en escalar sin tocar la pared con ninguna parte del cuerpo. Comienzo, siguiendo los consejos de Montse, porque no sé cómo atacar el tema, me planto sin demasiados problemas en el seguro del medio del techo, y después, a la hora de pasarme al de salida comienza el espectáculo, que pasa por varias fases, al principio lamentable, después patético, y luego esperpéntico para llegar a la R. Con dos estribos de aluminio igual hubiera ido mejor, pero llevábamos sólo uno, y otro de cinta, y eso unido a mi carencia de técnica propició que me arrastrara de mala manera. Le descuelgo los estribos a Montse, izo la mochila, y la aseguro a ella, que sube con mucho más arte que yo, y supera sin problemas la salida del techo.


Ya casi se ha puesto el sol, y hace bastante frío, así que recogemos rápido y corremos a buscar el Camí dels Monjos para bajar al coche.

Entretenido recorrido, por roca característica, que deparará grandes sensaciones a quien lo pruebe en libre. Trampeándolo no da excesivos problemas, apenas un par de pasos obligados. Para acabar, la visera, opcional y de dimensiones reducidas, con seguros cerca y el asegurador a lado, es un buen lugar para empezar a pillarle la técnica a ese tipo de superficies. 17 cintas, la mitad de ellas largas, para evitar el rozamiento en el L2.


martes, 4 de noviembre de 2008

Almetas y totones. Noche de las Ánimas en el Somontano.

Fin de semana multicultural en el Somontano de Barbastro. Después de haber salvado los muebles escalando un poquito en Alquézar, vemos un cartel que anuncia cuentos de miedo japoneses en el cementerio de Radiquero. Llamativo, cuando menos. Así que, después de comer y alargar bastante la sobremesa nos dirigimos hacia allí.

Llegamos al pueblo, donde nos indican que el cuentacuentos es en la iglesia, que está abarrotada. Nos buscamos un hueco, y escuchamos entretenidos las historias, narradas con arte, de cómo es en Japón el tránsito hacia el más allá, y de que hay que cruzar el río, y si no llevas seis monedas te quitan la ropa para pasar.


También nos cuentan historias más locales, de almetas y totones, y de cómo se descalza a los difuntos, para que sus almas no vuelvan.
De vuelta a Pozán, donde amablemente Joan nos acoge en su casa, asamos boniatos, castañas y butifarra, y tomamos panellets y mistela


El domingo toca un paseo bajo la lluvia, para intentar bajar los excesos del día anterior. Desde Pozán de Vero, tomamos el camino de la Costera que, a transcurre entre viñas, almendros y olivos, hasta los pies del Puntón.





Allí el camino se empina un poco hasta llegar a la cima, desde donde se pueden contemplar unas vistas privilegiadas del pirineo central. Pero eso es otro día, porque nos había entrado la niebla, y justo que nos veíamos entre nosotros.



Bajamos del Puntón y volvemos a atravesar las tierras de cultivo, esta vez en busca de San Macario. Con poca fortuna, ya que pillamos bastante barro, y además, antes encontramos a San Fabián, de Castillazuelo. Por fin nos orientamos, y acabamos encontrando a San Macario, enchironado, pero al menos tiene los pies más secos que nosotros.



En un rato más estamos de vuelta a casa, después de haber completado un recorrido agradable, totalmente llano salvo el tramo de la subida al puntón, en unas tres horas, muy relajados.