lunes, 29 de septiembre de 2008

Arista de los Murciélagos al Aspe


Ayer nos acercamos al Aspe, con la intención de subir por la Arista de los murciélagos. A primera hora no hay muchos ánimos, así que David y Xavi se decantan por fin, por la vía normal, mientras que Silvia, Montse y yo mantenemos el objetivo. Es mi tercer intento a la arista. En el primero entramos desde el collado, con demasiado frío y poca experiencia, y un poco antes de llegar al rápel me dio una buena pájara, y Jokin se tuvo que aplicar para montar tres rápeles y sacarme de allí. En el segundo intento, con algo más de experiencia y acompañado con Jose y Gaizka, descubrimos que la escalada en montaña y la escalada deportiva son cosas diferentes. En aquella ocasión sí salimos por arriba, pero batimos de largo el record de permanencia, montando la última reunión en el vertice geodésico de la cima a las diez de la noche. Al menos fue unos minutos antes de que entrara una tormenta con fuerte aparato eléctrico. Alguna lección hemos aprendido, aunque siempre se pueden aprender más cosas.

La aproximación es sencilla, remontando el Cubilar de Rigüelo para girar arriba hacia el collado de Aísa. Los prados están teñidos de colores otoñales. También vemos un trío de escaladores más madrugadores que nosotros se meten en la arista oeste del Rigüelo, que también tengo pendiente después de otro abandono. Antes de llegar al cuello de Aísa tomamos una pedrera a la izquierda para escaquearnos la parte inferior de la arista, que no es más fría que bonita. En dos horas y media llegamos al pie de vía, donde los edelweiss nos dan la bienvenida. Una pareja de escaladores vascos sí que suben desde abajo. Van bien, y le tiran por lo recto, mientras que nosotros buscamos el terreno más sencillo, con lo que al final vamos a hacer dos vías completamente diferentes.



L1(III): Una chimenea con un bloque empotrado nos permite ganar fácilmente la brecha después de la aguja Dondeestastú. Hay un clavo, y se protege bien el resto. La roca aún está muy fria, pero el canto es generoso. Un diedro situado en la vertical de la chimenea es el sitio natural para montar la R0, pero canaliza las piedras que pudieran caer, la experiencia nos lleva a montarla algo desplazada a la derecha. La opción directa es tirarle recto a la aguja, y luego destrepar a la brecha, sale IV+ y hay clavos.

L2(III): De la brecha caminamos en horizontal por la vertiente sur de la aguja. Un par de pasos aislados y nos colocamos en una marcada canal. Cuando remonto la última canal recuerdo que la primera vez que subí me parecio muy tieso, y todo muy roto, y que no había forma de proteger. Después bajamos rapelando la canal. La roca no es demasiado mala, y es bastante tumbada. Se llega sin problemas al filo de la arista, en una brecha poco marcada. Busco un sitio para montar R al sol, pero queda algo forzado, así que tocará aguantar a la sombra un poco más. Monto la R bajo la brecha, y los vascos me pasan literalmente por encima. Ellos le han dado recto por la placa, dicen que es un largo precioso, también de IV+, y también con clavos.

L3(II/I): Se remonta un resalte sencillo, y se sigue la arista por el filo, que no es demasiado estrecho. La tirada es bonita, con ambiente a ambos lados, pero sin gran dificultad, para disfrutar del entorno. Caminando y vigilando algún paso se llega a una instalación de rápel. Entre la multitud de cordinos reconozco uno de cinco metros, que abandonamos para hacer el primer rápel, y que alguien debió coger de la cresta y llevarlo hasta la instalación. Espero que alguno de los cordinos que hay sea mejor que ese.

L4(I+): Después del rápel de 18 metros, se supera un resalte y por terreno fácil se alcanza el filo de un marcado espolón. Lo hacemos desencordados, sin problemas.

Delante queda la gran pared triangular de la antecima este del Aspe. Tirándole todo recto, como los vascos, salen tres tiradas, con algún paso de V, y algún clavo en las zonas más delicadas. Nosotros vamos buscando el terreno más sencillo, y primero cruzaremos toda la pared hacia la derecha, para después volver a la izquierda a recuperar el filo del espolón.

L5(IV): Se entra tres metros a la derecha del espolón, buscando el terreno más sencillo. Cuanto más se empina el espolón, más a la derecha tiramos. Hay algún clavo, y algún paso delicado, y se protege más o menos bien. Cuando ya se está acabando la cuerda llego a un clavo brillante, que se veía desde el rápel. Al lado hay otro clavo óxidado, y una fisura perfecta para el Camalot #.5

L6(IV): Travesía a la derecha, por placas tumbadas con roca compacta y adherente. Hay dos o tres clavos. Al final de la travesía, ya en el borde de la pared, se ve otro clavo, aunque mejor no llegar hasta él, y remontar unos metros por resaltes empinados con buen canto, para montar R en un bloque en una gran repisa.

L7(III): Travesía a la izquierda por la marcada repisa herbosa. Sencillo con apenás un pasito. Una vez se vuelve a ganar el filo del espolón se suben unos metros por un sistema de chimeneas, hasta buscar un buen emplazamiento para la reunión.

L8(V): Una tirada corta para acabar bien. Veo un escape sencillo por la derecha, pero por primera vez no me escaqueo y le tiro directo, en busca de un desplome. Una vez bajo el, hago un paso de travesía a la derecha, para salir por un diedrillo. Desploma algo, y pese a haber buen canto, la roca no da demasiada confianza, y acaba saliendo más prieto de lo que esperaba. Un poco de placa, un último clavo y reunión en los bloques de la antecima.

Desde la antecima saludamos a David y Xavi, que llevan un buen rato esperando en la cima. Plegamos las cuerdas y seguimos el filo aéreo pero sencillo, en dirección a la cima principal. La brecha donde desemboca la Norte clásica del Aspe interrumpe el camino. Para ganarla retrocedemos un poco, y destrepamos unos metros por la cara Norte (II). Una pequeña travesía hasta la brecha y otra trepada sencilla (II) nos llevan a la cima principal, donde nos hacemos la foto del grupo al completo.

Bajando disfrutamos por la siempre sorprendente vía normal, atravesando el lapiaz. El recorrido se hace agradable, más aún comparándolo con la vez anterior, de noche, con dos frontales para tres, lloviendo a cántaros, y utilizando la luz de los rayos para escrutar el camino en busca de cairns. Antes de las cinco llegamos al coche, con lo que mejoramos en ocho horas el tiempo de la vez anterior. Hacemos la foto típica de los Lecherines, bajamos al coche y nos dedicamos con calma a buscar un sitio para echar un bocadillo, que no fue fácil.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Racó Gros y Fossa del Gegant desde Fontalba. Ida de olla por Nuria.

El sábado subimos hasta Fontalba, con la intención de hacer la Cresta del Racó Gros al Racó Petit. En la reseña la ponen de PD, así que echamos el material mínimo (casco), y un cordino por si acaso. Salimos a andar un poco tarde, el cielo está totalmente despejado, y hay una luz preciosa, circunstancia que aprovecho para perder la cámara de fotos a las primeras de cambio.

Sin más incidentes llegamos a Núria, donde tenemos que jugarnos el tipo para esquivar a un par de centenares de arqueros que se han juntado para disparar a especies protegidas talladas en madera. Fácil en conjunto pero expuesto. Pasado el peligro sólo nos queda remontar el Torrent de Noufonts hasta el collado homónimo, siguiendo el GR-11, por pendientes tendidas, en un entorno agradable.

Llegados al collado, y abandonamos el sendero para descender hacia el NE en busca del Pas del Porc. Primero se cruzan unos prados para bordear unas charcas. Después, la pendiente se hace mucho más fuerte. Encontramos un hito que nos marca un posible destrepe al Norte. Bajamos unos metros, y en cuanto podemos tomamos una curva de nivel hacia la derecha, para no perder demasiada altura. La reseña indica llegar al pie del Pas del Porc, que se ve muy empinado. Vamos algo más altos, y vemos la posibilidad de alcanzar la arista Norte del Noucreus. Terreno de sarrios, bastante expuesto pero sin complicaciones técnicas. Entramos a la arista unos metros por encima del collado. Un destrepe aéreo y sencillo nos permite salvar un escarpe de roca blanca característica. Después, un pequeño resalte, esta vez de gneis, y llegamos al Pas del Porc.

Del Pas del Porc afrontamos la subida al Pic del Racó Gros. Primero por pendientes herbosas, y después por el mismo filo de la arista, con algún paso de escalada suelto, pero nada obligado. Parece que no se acaba nunca la arista, pero al fin llegamos a la cima. Cinco horas de aproximación. El cielo sigue totalmente despejado. Bueno, no. Una vez en la cima podemos ver cómo está entrando boira por el Sur, tapando ya la cima del Puigmal. Por la reseña nos quedan tres horas de cresta, ida y vuelta. Es tiempo suficiente para que se meta la niebla en la divisoria, y no nos veamos ni los pies. Así que dejamos la cresta para otra vez en que hagamos un mejor planteamiento logístico.

Para volver, lo más cómodo parece ser el collado de Noucreus. Bajamos al Pas del Porc, y remontamos hacia el SSE el valle de Carança. Trazas de sendero nos llevan, por pendientes moderadas, hasta la cima de la Fossa del Gegant. Desde allí descendemos el valle del Noucreus para llegar a Núria. Ya nos creíamos a salvo, pero lo peor aún estaba por llegar. Una parte de los dos centenares de arqueros continuaba al acecho. De nuevo tenemos que aplicarnos para salir indemnes, y afrontar el regreso a Fontalba, que es doble de largo en esa dirección.

La cámara de fotos tampoco aparece a la vuelta.

Al final no nos ha entrado marrón, apenas un poco de niebla llegando al coche, pero hemos llegado bastante doblados, y de haber hecho la cresta hubiera sido aún peor. De todas formas, nos hemos dado un buen paseo, 22 kms según google.

Perdida cámara de fotos en Fontalba.

El sábado perdí la cámara de fotos en Fontalba, en el camino de Fontalba a Nuria.

En esta zona:

jueves, 18 de septiembre de 2008

Albergue de Erill la Vall

El albergue de Erill la Vall está situado en el centro de la Vall de Boí. No tiene servicio de hostelería, pero no es problema, ya que los hay en los alrededores, y además dispone de cocina libre, y un amplio comedor con chimenea. Un buen sitio para combinar actividades sociales y montañeras, ideal para grupos numerosos.

La viga que cruza el salón por el centro cuenta ya con varios encadenamientos.

El teléfono és (+34) 973696190

Escales. El Puente

El domingo de nuevo llovía en Cavallers, y hacía un viento que no había quién parara. Así que bajamos a Erill a desayunar, y decidimos buscar ambientes más secos y soleados. Fuimos a Sopeira e invadimos el sector del puente, como en la ocasión anterior. La gente no estaba tan fanática como la víspera, incluso alguno ni se puso el arnés, y los que más escalaron fueron los niños. Por mi parte probé tres vías, que ya es.

Volando Voy (IV+): Vía sencilla y tumbada, con una roca curiosa, con agujeros bastante romos. Ya la había hecho la vez anterior

Madurito interesante (V+): A la izquierda de esta. Idéntica a la anterior, salvo la entrada, que está picada para hacer la carretera de la presa, y es vertical y dura. La encadeno al segundo pegue, después de aprender dónde tienen que ir los pies cuando no los ves. Creía que ya la tenía encadenada de la vez anterior, pero veo que me dio un tirón después de haber pasado la sección dura, y me bajé.

Er Pescailla(6b): La monta Iran, y Montse y yo aprovechamos para probarla. Entrada bastante desplomada, también dinamitada para hacer la carretera, y luego placa tumbada y muy lisa, con regletillas. Tanto al desplome como a la placa les vi el color. La dejo en la lista de pendientes para cuando haga 6b.

Y eso es todo, cada mochuelo a su olivo, y la concentración se fue disolviendo. La próxima en Riglos.

lunes, 15 de septiembre de 2008

El escondite. Roques de Cosdevía

Nuevo rockostage en Cavallers. El programa es el mismo que en el anterior, dormir viendo llover en el párking de Caldes de Boi, descartar el granito y bajar en busca de mejores climas. Para el sábado elegimos el Escondite, en las Roques de Cosdevía, en el pantano de Escales. Nuestros ánimos escalatorios no están demasiado altos, pese a todo aún probamos cuatro vías en el sector Epi y Blas. Las vías tienen entorno a veinte metros, muy verticales con alguna zona que tira para atrás. El grado bueno para triunfar en el sector es entorno al 7a, pero con V+/6a hay suficientes cosas para pasar el día.:

Epi y Blas (V+): La monta Òskar, sin sudar. En las chapas de arriba desploma mucho, y me paro a mirármelo. Después de mirarlo, compruebo que desploma mucho. Montse y Eva la prueban y también coinciden en que desploma mucho y que los cantos están lejos. Con toda esa información, le doy un segundo pegue y la encadeno, usando sólo los cantos buenos y pasando rápido el desplome.

(6a): A la izquierda de Epi y Blas. Trampeo en A0 el paso de placa de la mitad, y llego al final de la fisura desplomada, pero no sé continuar. Como no hay presión por recuperar las cintas me bajo y lo dejo así.

(6a): Muro ligeramente desplomado, con buen canto. La pruebo en top-rope, memorizando tres movimientos cada vez, y haciéndolos sin respirar y sin colocar los pies. Fatal.

La Mano Negra (7a+): Me engañan para que suba a desmontarla, que lo chungo está abajo y las chapas están juntas. Sufro mucho, pero acabo encadenándola en top-rope, colgándome a descansar varias veces. Creo que de una cinta no hice A0. Pisando las chapas le doy V+/A0. Lamentable.

A parte de esto, lo mejor estuvo en la compañía de la gente que andaba por ahí, ver a la gente disfrutar escalando cada uno en su grado, ver a Sergio y Eva recuperándose de sus lesiones, juntarnos todos a cenar. La pena fue que no hubiera nadie grabando el vuelo de Pep.

Queremos una California.

martes, 9 de septiembre de 2008

Poco nuboso

Con intervalos de nubes medias y altas. Vientos flojos de componente sur y este.

Con ese pronóstico del tiempo, la reseña de la cresta de Costerillou y toda la chatarra pertinente salimos del refugio de Respomuso, en dirección al glaciar de Latour, un poco antes del amanecer.

Una hora después nos juntamos en un vivac con un trío de escaladores que contemplan, todavía desde el saco, la cresta del Diablo. A ellos también les ha engañado el hombre del tiempo. Despotricamos un poco contra él y continuamos el camino hacia la brecha de Latour, más que nada para hacer un poco de piernas.

Tras dos horas de porteo desde el refugio, el panorama se confirma: una única nube, pero muy muy grande y anclada en al cota 2800, y vientos fuertes, que arriba en la cresta serán aún peores.

Otra vez será.

Refugio de Respomuso


Este domingo huimos de la Fiesta Mayor de Sabadell y nos subimos a dormir al refugio de Respumoso. Grande, tal vez demasiado, y cómodo. Regentado por el gran escalador aragonés Ursi Abajo y familia, que nos dieron alojamiento, comida y buen trato. Permanece cerrado durante la temporada de invierno, principalmente debido a la tristemente conocida exposición a los aludes del refugio y sus accesos.

El camino de acceso y el entorno es precioso, sólo por eso vale la pena acercarse, pero a parte hay un buen número de ascensiones.

El teléfono del refugio es el 974.33.75.56

miércoles, 3 de septiembre de 2008

De rellotje de sol no en te qui vol

Nuevo paseo por los alrededores de la Castelassa, perfectamente descrito en el libro de Masó. Un poco más tarde de lo previsto salimos de Can Solà del Racó, en Matadepera, y acometemos las duras rampas de la subida al Pujol.

De su cima, nos dirigimos hacia rumbo a la Mola, disfrutando de unas vistas privilegiadas de las paredes del primer piso, desde el Cavall Bernat hasta el Plecs del Llibre.

Antes de llegar a él , cambiamos el rumbo, cruzando el Sot de la Codoleda, para dirigirnos a la Masía de Can Torras. En esta excursión por los alrededores de la Castellassa de Can Torras prácticamente no se vé la Castellassa, apenas de refilón desde las cimas del Pujol y Mont Rodón. A cambio, se pasa por la puerta de la Masia que le da el apellido. A destacar, la gran encina y el curioso reloj de sol.

Continuamos el camino hasta el Mont Rodón, desde donde, ya de noche, tenemos que hacer uso del frontal y de las precisas indicaciones de la guía para llegar al coche sin extraviarnos.

No tenemos reloj de sol. Pero tampoco es que lo queramos, porque para el uso que le íbamos a dar. Más usamos el frontal que la crema solar.

Bonito paseo, de un par de horas, ciclable casi en su totalidad.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Agulles de Travessany

Vuelta a Pirineos, con Silvia. En Pont de Suert nos juntamos con Emilio y Pedro, que vienen de Madrid. Cenamos y sacamos la literatura para decidir qué hacer al día siguiente. La idea es hacer alguna excursión por Aigües Tortes, que tenga una trepadilla como mucho, pero se nos va la olla y elegimos la travesía de las agujas de Travessany. Llegamos a medianoche a la presa de Cavallers, dormimos rápido, nos levantamos antes que el sol y empezamos a caminar, hacia el refugio Ventosa i Calvell, desde donde se alcanza sin mayor dificultad el pie de las agujas. En menos de tres horas estamos al pie de vía, donde una pareja de montañeros vascos están acabando de prepararse.

Primera Aguja:
Una entrada de casi III da paso a una zona menos mantenida. Hay que vigilar no irse muy a la derecha y saltarse la aguja. El descenso al collado se hace sin darse cuenta, poco marcado.

Segunda aguja:
Unas fisura fáciles y después un paso aislado atlético para superar unos bloques , de III, nos llevan a la cima. Un destrepe sinuoso y un poco delicado, con algo de piedra suelta nos lleva a un pasamanos y a una instalación de rápel. Dos spits.

Tercera aguja:
Una fisura sencilla abajo nos lleva a un diedro fisurado vertical, III+. Se protege bien y hay canto, pero los pies no son demasiado buenos. Es uno de los pasos duros de la vía. Después se alcanza la cima, por bloques fáciles, y se busca el destrepe, que es aéreo, y tiene algún paso tieso, pero con buen canto.

Cuarta aguja:
Esta es la que presenta las mayores dificultades. Se sale por la izquierda para evitar un primer resalte, y se llega al pie de un muro en el filo del espolón. Hay un clavo en la base. Se ataca el muro (IV-), que da menos problemas de los que aparentaba y se protege mejor de lo que parecía, con algún merlet y un friend abandonado. Antes de que desplome se atraviesa por la izquierda a un sistema de canales, hay otro friend y un clavo al pie de un diedro liso (IV- sup). A este no le vi el color, y acabe pasándolo por la izquierda en A0 del Camalot #1. Sale una tirada completita. Después, por bloques fáciles se alcanza la cima, y un destrepe evidente nos deja al pie de la quinta aguja. Este collado es el único sin escape a pie hacia la derecha. En cambio hay una buena instalación de rápel para bajar con dos cuerdas.

Quinta aguja:
Se sale con tendencia hacia la derecha, y se escala un murito (III+) que nos deja dentro de una chimenea muy estética, entre bloques de granito altos y afilados. Se escala también, en ramonaje, bavaresa o técnica libre. Arriba hay una zona llana con profundas fisuras, en las que hay que vigilar que no se nos caiga ningún objeto de valor. Después, se sigue la arista, se pasa la cima y se encuentra una instalación de rápel hacia una repisa, a la derecha. Un rápel corto, se sigue la repisa hasta ganar de nuevo el filo de la arista, desde donde de dos spits se rapela a otra repisa, algo en diagonal. De nuevo se gana el filo, donde un único spit, reforzable con un merlet, nos permite rapelar al quinto collado. En este punto tuvimos uno de los momentos de diversión del día. La recuperación de la cuerda del segundo rápel. Todos los factores estaban a favor, cuerda simple sin nudos, visibilidad directa del anclaje y punto de recuperación separado de la pared. Bueno, todos menos uno, el sol, que estaba alineado con la instalación de rápel, y no permitía ver cómo había hecho el extremo de la cuerda para engancharse en algún sitio. Inexplicable. Con el Toucan y una cinta larga monto un polipasto en N, le doy un poco de tensión y ,cuando estoy buscando un buen anclaje para tirar algo más fuerte, la cuerda decide bajar por su propio pie.

Sexta aguja:
Con el público, compuesto exclusivamente por la pareja de escaladores vascos que ya bajan por la normal, los jugadores, o sea, nosotros, y hasta el árbitro pidiendo la hora, afrontamos la última aguja de la jornada. La reseña marca II y III hasta la cima, pero no le vemos el color. En cambio, tomamos el escaqueo por la canal herbosa de la derecha que ,con algún paso corto de escalada (II) y zonas herbosas expuestas, nos lleva al collado posterior a la sexta aguja. Hacía horas que se nos había hecho tarde, así que la sexta se queda para otra ocasión. Una trepadita nos lleva a la cima del Pic de Travessany. Un trago de agua y para abajo con cuidadín.

Descenso:
De la cima se sigue la arista hacia el Este, en dirección al Pic de Lluça. En cuando las condiciones lo permiten, se abandona la cresta y se baja por las pendientes herbosas, que son muy herbosas y muy pendientes. Aquí llegué muy justo de fuerzas, y realmente lo pasé peor que en cualquier otro punto de la arista. Poco a poco se va alcanzando el borde de la pedrera, que se resigue pasando por la cara sur de las agujas hasta llegar al pie de vía.

Ya por camino conocido, bajamos al refu, y después descendemos a la Pleta de Riumalo y flanqueamos el embalse de Terradets, bastante agónico. Cuando llegamos al coche es tan oscuro como cuando salimos de él, pero ahora estamos más cansados y tenemos más hambre, así que bajamos a Barruera a celebrar la actividad como se merece.